Las especies migratorias de animales silvestres forman parte del patrimonio natural del mundo. Constituyen una parte importante de su biodiversidad y recursos genéticos y desempeñan una función única como indicadores del cambio ecológico (p. ej. el clima y la contaminación). Además, ofrecen numerosos servicios de los ecosistemas, p. ej. mediante la dispersión de semillas y la polinización de las plantas. Son una fuente de alimentación para otros animales y seres humanos. Muchos de ellos tienen un significado espiritual y cultural y son elementos fundamentales del ecoturismo.