Sea que el PFN esté planificando la implementación de la CMS y de sus instrumentos integrando la planificación de la implementación en las herramientas de implementación nacionales existentes (como las EPANB, la leyes sobre la fauna silvestre, etc.), o se proponga emprender un plan nacional de implementación independiente, o utilizar ambos enfoques, un paso indispensable en tal sentido es crear un proceso de consulta nacional para la planificación de la implementación de la CMS y de sus instrumentos en el plano nacional. La realización de amplias consultas con todas las partes interesadas pertinentes de la sociedad en todo el ciclo de implementación contribuirá a mejorar considerablemente los resultados, al hacer la planificación más eficiente, transparente e inclusiva. Tales consultas amplias contribuirán también a generar la aceptación y el apoyo de las partes interesadas, aspectos que son necesarios para su implementación posterior.

Dicho mecanismo nacional de coordinación o bien podría establecerse de forma independiente para abordar las cuestiones relativas a la implementación de la CMS y/o de sus instrumentos o podría incorporarse en los mecanismos de coordinación nacionales pertinentes en vigor, cuando proceda (p. ej. tales como los comités nacionales de las EPANB, los comités nacionales Ramsar, etc.).

Incumbe al PFN la planificación y el manejo de este proceso de consulta así como el establecimiento de su agenda. No es una tarea fácil. Un primer paso importante es identificar las partes interesadas y reunirlas. Entre las partes interesadas cabe incluir a expertos técnicos o científicos, responsables de las políticas de otros órganos de gobierno (p. ej. los ministerios de planificación, agricultura, transporte o finanzas), las ONG, representantes delsector privado, representantes de la población indígena y las comunidades locales, o los PFN de otros acuerdos multilaterales pertinentes sobre el medio ambiente, como el CDB, la CITES, la Convención sobre la protección del patrimonio mundial.

Lo que el PFN debe tratar de reunir es un pequeño grupo representativo e inclusivo de partes interesadas que deseen formar parte de un grupo de trabajo básico para realizar la planificación y emprender el sucesivo proceso de implementación. Además, podría ser necesario tal vez involucrar a un mayor número de participantes en un proceso más amplio, por ejemplo, personas o instituciones que prefieren ser consultadas en otras fases, pero sin participar en la fase de organización o de redacción. Este conjunto más amplio de partes interesadas puede ser involucrado, por ejemplo, a través de audiencias públicas o el uso de encuestas (en línea) o medios sociales.

Para que el proceso de consulta pueda realizarse con éxito, será de vital importancia que todos los interesados puedan participar plena y eficazmente. Para ello el PFN deberá asegurar una comunicación y flujo de información claros y transparentes entre todos. Para lograrlo, conviene quizás que el PFN considere la posibilidad de utilizar notificaciones del gobierno, cartas abiertas a los grupos de partes interesadas, paquetes de material informativo, peticiones de aportaciones escritas, etc.

Al centro de la consulta figurarán una serie iterativa de talleres, foros, seminarios y reuniones o intercambios por correspondencia del grupo de trabajo básico en función de los recursos disponibles. Estas herramientas de comunicación servirán para intercambiar información y opiniones entre las partes interesadas. Además, el grupo deberá elaborar y examinar los proyectos del documento de planificación nacional. A lo largo de estos intercambios es importante fomentar una atmósfera que mantenga a los participantes motivadas para que contribuyan activamente a los debates, proporcionen información, busquen soluciones, y queden abiertos al diálogo. El mantenimiento de tal atmósfera contribuirá a que las partes interesadas hagan propios los objetivos y a motivarlos para seguir adelante con la implementación de los planes.